Con 2000 años de antiguedad, estas terrazas fueron esculpias en las montañas de Ifugao en las Filipinas por los ancestros de los indígenas actuales. Las terrazas de arroz son descritas comunmente por los filipinos como la ‘Octava Maravilla del Mundo’. Se piensa que las terrazas fueron construidas con equipamiento mínimo, principalmente a mano. Hasta el día de hoy, los habitantes de la región plantan vegetales y arroz en los escalones, lo que resulta en una erosión gradual del terreno, por lo que requiere constante mantenimiento y cuidado.